Marcelo Lanche, analista financiero de SBS, en San Nicolás Debate, el programa de la Federación de Comercio e Industria, analizó el esquema cambiario, la inflación, la inversión y las perspectivas del dólar en un año electoral. Aseguró que el actual modelo económico exige adaptación del sector privado y que, aunque el gobierno logró estabilizar variables, el consumo y la confianza todavía están en pausa.
Flexibilización cambiaria: una salida parcial del cepo
El analista financiero de SBS, Marcelo Lanche, explicó que el cambio en el esquema cambiario implementado desde marzo representó un giro significativo. El gobierno pasó de un crawling peg del 2% al 1% mensual, pero la presión del mercado y los requerimientos del FMI empujaron a una nueva estrategia. “No es una salida total del cepo como se vende. Es una flexibilización. Para personas físicas sí se liberó el acceso al dólar, pero para las empresas las restricciones siguen”, aclaró.
En ese contexto, el economista le señaló a Baltasar Schubert que el gobierno optó por emitir nuevos bonos, los BOPREAL, para canalizar la demanda de dólares, especialmente de subsidiarias extranjeras con dividendos retenidos. “El objetivo es evitar una corrida cambiaria y que la inflación se desboque. Ese es hoy el principal activo del gobierno”, sostuvo.
Inflación a la baja, pero con consumo resentido
Con una inflación mensual en torno al 1,5%, Lanche valoró el resultado del plan económico: “La macro se está ordenando. Somos un país mucho más ordenado que el que éramos.” Sin embargo, reconoció que persisten altos niveles de precios relativos y pérdida del poder adquisitivo. “Hoy somos caros en dólares y eso se siente. El consumo aún no reactivó y los sectores informales son los más golpeados.”
También destacó que la baja inflación en alimentos es una señal positiva para los sectores más vulnerables, aunque advirtió que aún falta mucho para consolidar un sendero sostenible: “La inflación todavía no está domada.”
Inversión: flujo financiero sí, inversión productiva todavía no
Al referirse al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), Lanche afirmó que hay proyectos importantes cerca de activarse, pero trabas burocráticas frenan el proceso. En paralelo, destacó que ya se empieza a notar ingreso de capital financiero: “El gobierno logró colocar bonos en pesos a no residentes por 1.500 millones de dólares, con tasas que buscan tentar al inversor.”
Sin embargo, para la inversión de largo plazo en activos físicos, el panorama es distinto: “No va a venir hasta que Argentina tenga políticas económicas consensuadas y una moneda confiable. El cambio todavía es muy reciente.”
Dólar: calma hasta agosto y después, incertidumbre electoral
De cara a los próximos meses, Lanche proyectó tranquilidad cambiaria gracias a la liquidación de la cosecha gruesa, los dólares de Vaca Muerta y una tasa en pesos aún atractiva. “Durante julio y algo de agosto, el dólar va a estar tranquilo. Pero luego se complica: se termina la cosecha y se acercan las elecciones.”
Anticipó que septiembre podría marcar el inicio de una dolarización de carteras típica de los años electorales. “Seguro va a haber otro dólar post elecciones. El cepo aún existe y el esquema actual no es de libre flotación.”
Adaptarse o perder: el nuevo régimen económico
Consultado sobre la mirada del empresariado frente al nuevo contexto, Lanche fue claro: “Este gobierno busca ordenar la macro, pero la micro te la tenés que ordenar vos. Lo dicen ellos mismos. Es un giro de régimen que obliga a todos, sobre todo al sector privado, a adaptarse.”
Y cerró con una reflexión: “Si hay continuidad, estas serán las nuevas reglas de juego. Pero eso tampoco está garantizado.”