El economista Fernando Marengo analizó en San Nicolás Debate el impacto de las elecciones sobre los mercados, la estabilidad del dólar y los desafíos que enfrenta el Gobierno para recuperar el poder adquisitivo.
Un mercado que pasó del pánico a la calma
Durante su participación en San Nicolás Debate, Fernando Marengo explicó que el clima financiero de las últimas semanas cambió drásticamente tras los resultados electorales. “El mercado estaba en modo pánico, con una economía dolarizada y una fuerte salida de activos. Pero tras el resultado del domingo, la magnitud de la victoria generó confianza y los precios comenzaron a alinearse con los fundamentos”, sostuvo.
El economista remarcó que el país pasó de una situación de desconfianza generalizada a un escenario de mayor estabilidad: “Se vio una fuerte demanda de bonos en pesos y dólares, subas de acciones con dos dígitos largos y una baja del riesgo país por debajo de los 700 puntos. El mercado empezó a funcionar en coincidencia con los fundamentos de la economía”.
“El Banco Central tiene poder de fuego”
Consultado por Baltasar Schubert sobre la estabilidad del tipo de cambio, Marengo fue categórico: “El Banco Central tiene poder de fuego para defender el techo de la banda. Si había alguna duda, el apoyo del gobierno americano lo dejó claro, no solo con financiamiento, sino comprando pesos y vendiendo dólares”.
A su vez, anticipó que “en la medida que siga habiendo confianza, el tipo de cambio va a tender a apreciarse, aunque se buscará evitar movimientos bruscos. Creo que alrededor de los $1.350 podría verse intervención oficial para mantener una banda más angosta y estable”.
El desafío inmediato: bajar la tasa de interés
Marengo señaló que el principal objetivo de corto plazo es reducir la tasa de interés de corto plazo, la que afecta al capital de trabajo de las empresas.
“Esa tasa estuvo en niveles exorbitantes porque el mercado desconfiaba. Ahora, con mayor confianza, hay que inyectar pesos y permitir que las pymes accedan a financiamiento más barato”, explicó.
Destacó además que el Gobierno comenzó a flexibilizar encajes y liberar liquidez: “Con la cancelación de deuda y la baja de encajes, se busca justamente que la tasa caiga y que eso reactive la actividad económica”.
Inflación en descenso, pero sin crecimiento no hay mejora salarial
Sobre la inflación, Marengo valoró los avances del Gobierno: “La inflación de este año podría cerrar cerca del 40%, una baja fuerte, pero todavía muy lejos de los niveles de la región, que rondan el 4% anual. Mantener el superávit fiscal y la estabilidad cambiaria va a permitir que siga bajando”.
Sin embargo, advirtió que “solo bajar la inflación no alcanza. Se necesita crecimiento sostenido para mejorar salarios y reducir la pobreza. Argentina lleva 14 años de estancamiento y casi la mitad de los últimos 45 años en recesión”.
Reformas estructurales para crecer
De cara al futuro, Marengo fue claro: “El desafío es crecer de manera sostenida. Para eso hacen falta reformas estructurales: laboral, previsional y una reducción de impuestos, no solo nacionales, sino también provinciales y municipales. Las alícuotas actuales ahogan a las empresas”. “Esa es la única manera en la que Argentina podrá revertir su deterioro de décadas”, concluyó.


