El especialista en seguridad internacional Carlos Alberto Miranda, titular de Nashav SRL y licenciado en Seguridad, fue entrevistado en San Nicolás Debate por Baltasar Schubert, donde analizó la situación actual del país en materia de seguridad pública y ciudadana. En diálogo con el programa, habló sobre la falta de políticas sostenidas, la necesidad de participación social y los desafíos que enfrenta la Argentina frente al avance del narcotráfico.
Un enfoque integral y comunitario
Miranda explicó que su trabajo se centra en desarrollar programas de seguridad pública con un abordaje integral, que involucra a todos los actores sociales. “No se trata solo de la policía o del Estado. En nuestros proyectos participan las vecinales, las escuelas, los cultos religiosos y las organizaciones civiles. La seguridad ciudadana debe construirse desde abajo hacia arriba”, sostuvo.
El especialista recordó su experiencia reciente en Colombia, donde recibió un reconocimiento internacional y fue invitado a implementar el programa “La nueva seguridad ciudadana para ciudades modernas”. Ese mismo modelo, aseguró, será adaptado próximamente a distintas ciudades argentinas. “Cada comunidad tiene su propia geografía, su cultura y su idiosincrasia. No existe un único plan que sirva para todos”, explicó.
“El plan bandera redujo los homicidios un 67%”
Al referirse a los resultados de políticas públicas aplicadas en Argentina, Miranda destacó el Plan Bandera, implementado en Santa Fe y Rosario junto al Gobierno nacional. “Desde que bajó el Plan Bandera, los homicidios dolosos se redujeron en un 67%. Eso demuestra que, cuando hay compromiso conjunto, se pueden lograr resultados concretos”, afirmó.
Según el consultor, la clave está en la coordinación entre las fuerzas provinciales y nacionales, pero también en el involucramiento ciudadano. “No se puede desarrollar una política pública seria si no se trabaja con la gente. La seguridad ciudadana no es responsabilidad exclusiva del Estado, sino de todos”, remarcó.
El rol del Estado y la crisis educativa
Miranda fue crítico al analizar la situación social y educativa del país, y su vínculo directo con la inseguridad. “Hoy el Estado no garantiza contención ni educación para los chicos que quedan fuera del sistema escolar. Esa masa de jóvenes desescolarizados está agravando la seguridad pública”, advirtió.
En ese sentido, lamentó que no existan políticas efectivas para interrumpir la desescolarización, un factor que —según explicó— alimenta las redes del delito y la marginalidad. “El Estado está quebrado y no puede ofrecer respuestas básicas. Y sin educación ni acompañamiento familiar, la seguridad se vuelve una ilusión”, expresó.
“Hay artículos del Código Penal que tienen cien años”
Consultado sobre las reformas impulsadas por el Gobierno nacional, Miranda consideró necesario actualizar el Código Penal, aunque expresó reparos respecto a la baja de imputabilidad de los menores. “Todavía tenemos artículos que contemplan el duelo como causal de eximición de pena. Eso es de hace un siglo y sigue vigente. Es urgente modernizarlo”, señaló.
En cuanto a los adolescentes en conflicto con la ley, sostuvo: “Reducir la edad de imputabilidad no soluciona el problema. Antes hay que atacar la raíz: la ruptura familiar, la falta de oportunidades y la ausencia del Estado como contenedor”.
Narcotráfico: “Para que avance, necesita política, justicia y fuerzas habilitadas”
Hacia el final del programa, Miranda hizo una afirmación contundente: “Hoy estoy en condiciones de decir que la provincia de Buenos Aires es un Estado narco.”
Según explicó, el crimen organizado solo prospera cuando cuenta con tres pilares: “la habilitación de las fuerzas de seguridad, la complicidad judicial y la cobertura política.”
“Las pruebas están a la vista. No hay que asustarse, pero sí asumirlo con responsabilidad. En Buenos Aires el narcotráfico se expandió, igual que en Rosario, y no se revierte sin decisión política y control real”, aseguró.
Miranda remarcó que los datos obtenidos en Santa Fe —con una baja del 67% en homicidios— son una demostración de que cuando las instituciones actúan coordinadamente, los resultados se notan. “Son datos que matan cualquier discurso”, resumió.

