La asesora en planificación financiera analizó en San Nicolás Debate la importancia de incorporar hábitos de ahorro, diferenciar ahorro de inversión, conocer el propio perfil financiero y prepararse para la jubilación. También explicó las herramientas disponibles en el mercado y la necesidad de que las familias y las escuelas trabajen en formación económica desde edades tempranas.
Educar para decidir: por qué la formación financiera ya no puede esperar
Gamerro abrió la entrevista con un diagnóstico claro: “Falta educación financiera en la sociedad y es fundamental que se genere esta conciencia”. Señaló que el proceso debería comenzar en las escuelas, aunque los hogares también pueden introducir hábitos simples vinculados a presupuesto, ahorro y responsabilidad económica.
Desde su rol en la asesoría financiera, explicó que el objetivo es acompañar a las personas a través de un diagnóstico individual. “Buscamos que adquieran conciencia en sus finanzas”, remarcó, destacando la importancia de entender cómo cambia el manejo del dinero en un contexto de inflación descendente y con la posibilidad de volver a pensar en el ahorro.
Ahorro no es inversión: la confusión más común
Uno de los puntos centrales de su análisis fue la diferencia entre ahorrar y invertir. “Comprar dólares no es invertir, es comprar una divisa”, aclaró. Y advirtió que incluso las monedas fuertes se desvalorizan: “Una persona me dijo que tenía 10.000 dólares hace diez años. Hoy ese monto equivale a un poder de compra de unos 7.500. También pierden valor con el tiempo”.
En ese sentido, subrayó la importancia de movilizar el ahorro. “Antes los pesos nos quemaban. Hoy el contexto permite pensar alternativas”, comentó. Sin embargo, advirtió que ninguna recomendación puede ser general: cada decisión depende del perfil del inversor, su tolerancia al riesgo y el horizonte temporal de la inversión.
Qué opciones existen para quienes quieren empezar a invertir
Gamerro repasó los instrumentos financieros más utilizados, siempre bajo una premisa: operar mediante agentes regulados. “Recomendamos trabajar con cuentas comitentes en brokers regulados por la Comisión Nacional de Valores. Eso protege al inversor”, insistió.
Entre las alternativas mencionó:
- Fondos comunes de inversión, administrados por profesionales, con liquidez que puede ser inmediata, a 24 o 48 horas.
- Obligaciones negociables, deuda emitida por empresas de primera línea, donde el principal riesgo es que la compañía no cumpla.
- Bonos del Estado, con distintas duraciones y rendimientos.
- Renta variable, a través de acciones, CEDEARs o ETFs como el S&P 500, un índice que refleja el desempeño de las 500 principales compañías estadounidenses. “Este año rinde 16%, pero hay años de rendimiento negativo”, advirtió.
Aunque el mercado de capitales argentino sigue alejado de estándares internacionales, sostuvo que los particulares hoy cuentan con herramientas accesibles para comenzar a invertir con acompañamiento profesional.
Invertir a largo plazo: retiro, seguros y el desafío previsional
Para quienes no desean entrar al mercado financiero, Gamerro destacó otras opciones de planificación a largo plazo, como fondos de retiro o seguros de vida con capitalización. “La jubilación va a ser un tema para la mayoría de las personas. El sistema previsional está en crisis a nivel global”, señaló.
Recordó que la jubilación mínima ronda los $410.000 y la máxima los $2,3 millones: “Hay que ver si una persona puede mantener su nivel de vida con esos montos”. Por eso insistió en la necesidad de comenzar cuanto antes, ser constantes y aprovechar el interés compuesto, que vuelve exponencial el rendimiento con el paso del tiempo.
¿Endeudarse o ahorrar? Una decisión que marca el rumbo
Consultada sobre si el pasivo puede tener un efecto positivo, Gamerro fue clara: “A mi criterio, lo ideal es no generar deuda”. Aun así, reconoció que la tarjeta de crédito puede ser útil para financiar compras sin interés. “Pero el foco tiene que estar puesto en generar excedentes, no en endeudarse”.
¿Y el ladrillo? Inversión tradicional, pero no la única
Sobre el rol del sector inmobiliario, sostuvo que sigue siendo una alternativa válida, aunque muchas veces genera la sensación de que es inaccesible. “A veces pensamos que solo se puede invertir en ladrillos o que necesitamos un crédito. Hay otras opciones. Lo importante es definir objetivos y ver cómo alcanzarlos desde la planificación financiera”, destacó.


