Hilda «Chiche» Duhalde analizó la crisis política y económica de Argentina bajo Javier Milei, criticando la falta de liderazgo y política. Destacó la necesidad de priorizar salud, educación y diálogo intersectorial.
En el programa número 23 de la temporada 30 de San Nicolás Debate, conducido por Baltasar Schubert y producido por la Federación de Comercio e Industria de San Nicolás, la exsenadora nacional y provincial Hilda «Chiche» Duhalde ofreció una entrevista exclusiva. Duhalde, quien ha sido una figura clave en la política argentina, abordó temas sensibles como la situación del país bajo la administración del presidente Javier Milei, la crisis de liderazgo, y las dificultades que enfrenta la provincia de Buenos Aires.
Un país bizarro y sin rumbo
Al inicio de la conversación, Duhalde no dudó en expresar su preocupación por la situación del país. «Me da la sensación de que el país está cada vez más bizarro», afirmó con firmeza. Según la exsenadora, la dirigencia política actual carece del nivel necesario para conducir a la Argentina hacia una salida de la crisis. «Uno no ve el nivel que necesita un país para salir adelante. Hay demasiados problemas que se podrían evitar, errores no forzados, como se diría en el tenis», señaló.
La conversación se tornó aún más crítica cuando Duhalde comentó el reciente veto presidencial que afectó a los jubilados. «Hoy ha sido un día muy doloroso, porque uno tiene que priorizar qué cosas resuelve. El tema de los jubilados es primordial», dijo con firmeza. Para Duhalde, la medida fue innecesaria y podría haberse evitado. «El presidente tira cifras que en realidad nadie puede entender, y a los jubilados les representa una ayuda mínima, pero necesaria».
En su análisis, Duhalde comparó la gestión del país con la administración de una casa: «Cuando hablamos de equilibrio fiscal, es como en la casa. Uno puede lograr salir de sus deudas, equilibrar sus finanzas, priorizando. Y priorizar significa no dejar afuera a los jubilados, no olvidarse de los estudiantes universitarios, ni dejar de darle de comer a los chicos».
La política tradicional y el ascenso de Milei
Durante la entrevista, Schubert abordó la cuestión del ascenso de Javier Milei al poder, preguntando a Duhalde si creía que este fenómeno era producto del fracaso de la política tradicional. «Venimos de gobiernos muy erráticos, por lo menos en los últimos 12 años», explicó Duhalde, y añadió: «La gente no cree que la política le solucione sus problemas, y tampoco cree en los políticos. Entonces aparece una persona como Milei que reniega de la política y habla de libertad, una palabra muy atractiva para los jóvenes».
No obstante, Duhalde mostró preocupación por la falta de experiencia y capacidad en el nuevo gobierno. «La sensación que yo tengo es que no hay experiencia de gestión ni un equipo solvente para manejarse en una crisis como esta», advirtió. Además, criticó duramente las actitudes del presidente hacia los medios de comunicación y los representantes del pueblo: «No se puede permitir que se insulte tanto a los periodistas, a los diputados y senadores con agravios tan graves. Eso no nos hace bien a nadie».
La ausencia de liderazgos y la falta de política
Para la exsenadora, uno de los problemas más graves de la actualidad es la falta de liderazgos políticos sólidos. Aunque reconoció que Milei llegó al poder con el apoyo de sectores importantes de la sociedad, advirtió que su liderazgo se está diluyendo rápidamente. «El liderazgo de Milei, en la medida que él va equivocándose en la gestión, se va diluyendo. Sobre todo porque no tiene capacidad de negociar», expresó.
Duhalde insistió en que la política es esencialmente la capacidad de acordar y llegar a consensos: «En política hay que acordar con todos los sectores, no hay que cansarse de reunirse con gobernadores, con diputados y senadores. Eso es lo que tiene que hacer el presidente, y hoy está faltando política».
El estilo de gestión de Milei comparado con Menem
Uno de los momentos más reveladores de la entrevista llegó cuando Schubert preguntó si veía paralelismos entre la gestión de Milei y la de Carlos Menem, a quien Milei ha homenajeado en varias ocasiones. Duhalde fue categórica al rechazar esta comparación: «Para nada. Menem era un político de raza. Podías estar de acuerdo o no con los resultados de la convertibilidad, pero era un hombre dialoguista y seductor, que entendía de política».
La provincia de Buenos Aires: un gigante ingobernable
Duhalde, quien conoce de cerca la realidad de la provincia de Buenos Aires, también compartió sus pensamientos sobre la gestión actual del gobernador Axel Kicillof y los desafíos que enfrenta la región. «Nuestra provincia alberga nada menos que al 40% de los argentinos, y tiene enormes problemas», dijo con preocupación. Según ella, es crucial priorizar temas fundamentales como la salud, la educación, el trabajo y la alimentación.
En cuanto a la gestión de Kicillof, Duhalde no escatimó críticas: «A veces no se gasta como se debe gastar». Para ella, los recursos deben ser bien administrados para solucionar las urgentes necesidades de los bonaerenses.
Alberto Fernández y la violencia de género
La conversación también tocó los recientes escándalos que envuelven al expresidente Alberto Fernández, relacionados con denuncias de violencia de género. Aunque Duhalde evitó emitir un juicio categórico sobre los temas personales de Fernández, sí mostró su rechazo a la violencia hacia las mujeres: «No me gusta que haya violencia hacia una mujer, pero todo eso tendrá que definirlo la justicia».
La falta de renovación en el peronismo y el ascenso de Milei
En cuanto al futuro del peronismo, Duhalde admitió que el movimiento ha perdido gran parte de su liderazgo y capacidad de renovación. «Lo que hemos tenido en los años de kirchnerismo no fue justicialismo», afirmó con contundencia. Según Duhalde, la falta de autocrítica ha impedido al peronismo resurgir como una fuerza política cohesionada.
También reflexionó sobre la incapacidad del peronismo para captar el voto joven, algo que Milei ha logrado con éxito. «El justicialismo en el que yo creo sí lo hizo en su momento, pero lo que hizo el kirchnerismo fue a través de La Cámpora», explicó. Sin embargo, señaló que muchos jóvenes sienten una gran desilusión y que «la única manera de construir algo bueno es teniendo la capacidad de sentarse todos los sectores del país a discutir las políticas imprescindibles para que la Argentina salga adelante».