Gustavo Segré: “Exportar no debe ser por necesidad, sino por convicción”

Gustavo Segré analizó en San Nicolás Debate el panorama del comercio exterior, el acuerdo con el FMI y la relación con Brasil. Fue crítico con la falta de estrategia a largo plazo y pidió más formación en comercio internacional para las empresas argentinas.

El especialista en comercio internacional Gustavo Segré fue uno de los invitados destacados en una nueva edición de San Nicolás Debate 2025, emitido por Diario El Norte y producido por la Federación de Comercio e Industria. Desde su experiencia y con una visión global, abordó el momento económico que atraviesa la Argentina, el rol del gobierno de Javier Milei en la escena internacional y los desafíos estructurales para mejorar las exportaciones.

«Argentina está mucho mejor en términos macroeconómicos»

Consultado sobre la coyuntura actual, Segré destacó que el país atraviesa una mejora respecto a años anteriores: “Desde el punto de vista de la macroeconomía, Argentina está mucho mejor. Hay control fiscal, control en el pago de intereses de la deuda y superávit nominal. Eso no se veía hace décadas”. Señaló que entre 1900 y 2023, solo en diez años hubo superávit fiscal, y que en la mitad de ellos se alcanzó porque “Argentina estaba en default y no pagaba nada”.

En ese marco, afirmó que contar con una macro ordenada es clave para impulsar las exportaciones, aunque aclaró: “El comercio exterior no debe estar atado al tipo de cambio. Exportar solo porque el dólar está alto es una estrategia frágil. Hay que exportar por convicción, no por necesidad coyuntural”.

Tipo de cambio, FMI y cepo: escenarios posibles

Segré opinó que, si bien el tipo de cambio es una variable relevante, “hay que trabajar con herramientas financieras para que no te destruya el proyecto”. En este sentido, recordó que cuando el dólar se aprecia, muchos empresarios argentinos intentan aprovechar la diferencia, pero el comprador internacional también percibe la situación y exige bajar precios, lo cual limita la competitividad.

Respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, anticipó que podría concretarse en los próximos meses con un desembolso estimado en 20 mil millones de dólares, de los cuales 12 mil serían para pagar deuda existente y 8 mil para fortalecer reservas. Aclaró que “el cepo no va a salir mañana, probablemente recién en el segundo semestre”. Explicó que sin reservas netas no hay posibilidad real de liberar el mercado cambiario ni de avanzar hacia una dolarización.

Sobre el rol del FMI, Segré fue claro: “Es como el tío que te presta cuando ya nadie más lo hace. La tasa es más baja que cualquier otra, pero te quiere ver haciendo bien las cosas para devolvérselo”.

El desafío microeconómico: capacitación y competitividad

Si bien reconoció que el ajuste fiscal ha sido absorbido por la sociedad, alertó sobre la falta de políticas estructurales que potencien las capacidades exportadoras: “En Argentina hay unas 800 mil empresas registradas, pero solo unas 10 mil están capacitadas para exportar y solo 4.500 lo hacen con continuidad. Es nada”.

Propuso que se incorporen contenidos de comercio exterior y emprendedurismo en la educación: “Hay que pensar en exportar desde que uno empieza a producir algo. No puede ser una idea de último momento”.

En cuanto al impacto sobre los salarios, sostuvo que hay una leve recuperación medida en dólares. “Argentina se encareció para los países vecinos, eso afecta al turismo receptivo pero también da señales de una economía más estable. Yo no veo una recuperación en V, la veo en J: se deja de caer, se estabiliza y empieza a crecer, más lentamente pero con una base más sólida”.

Brasil, Mercosur y la agenda externa

Con amplio conocimiento del mercado brasileño —vive en ese país—, Segré abordó la situación del comercio bilateral: “La balanza sigue siendo favorable para Brasil desde hace décadas. Sin embargo, el intercambio total está muy por debajo del récord de 2011”. Sostuvo que el vínculo económico se sostiene por factores clave como la cercanía geográfica, el bajo tiempo de tránsito y los beneficios impositivos del Mercosur.

A pesar de las tensiones políticas entre Milei y Lula, remarcó que culturalmente “somos muy parecidos, sobre todo con el sur de Brasil, y eso facilita los negocios”. Recomendó a las empresas argentinas interesadas en vender al gigante sudamericano que se instalen allá: “Hoy abrir una empresa en Brasil es fácil, rápido y barato. Podés exportarte a vos mismo y dejar de depender de un socio local”.

Consultado por la posibilidad de firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, fue tajante: “Es posible, pero improbable. Hoy el Mercosur funciona como una unión aduanera: si uno de los socios no quiere, los otros no pueden avanzar. Habría que transformar al Mercosur en una zona de libre comercio para habilitar acuerdos bilaterales”.

Advirtió también que salir del bloque regional sería un error: “Podemos estar mal dentro del Mercosur, pero estaríamos peor fuera. Nuestros productos perderían competitividad al pagar aranceles. Además, retirarse requiere aval del Congreso, donde el gobierno no tiene mayoría”.

“Hay concentración de poder en la Casa Rosada”

Sobre el estilo de conducción del presidente Milei, Segré valoró la consistencia económica, pero cuestionó la rigidez política: “La debilidad del gobierno es la concentración de poder. Todo pasa por la Casa Rosada. Hay poca autonomía ministerial. La salida de Diana Mondino fue un error. Hay que ser firme, pero también flexible”.

Finalmente, consideró que “los objetivos de superávit fiscal y comercial son importantes y se están cumpliendo”, pero que el desafío estará en consolidar esa estabilidad en un marco político más amplio: “Si el propio presidente mantiene siempre la vara tan alta, también debería exigírselo a sí mismo, incluso después de casos como el Cryptogate”.

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