La periodista Agustina Henrich cubrió desde Roma el último adiós al Papa Francisco y compartió su testimonio en San Nicolás Debate, el programa de la Federación de Comercio e Industria. “Es movilizador, es una experiencia única”, afirmó desde la Plaza San Pedro.
Multitudinaria despedida al Papa Francisco
En un testimonio en vivo desde el Vaticano durante el programa San Nicolás Debate, Agustina Henrich relató la experiencia de cubrir el histórico funeral del Papa Francisco. “Me tuve que alejar un poco de la plaza porque el ruido y la cantidad de idiomas hacen imposible responder tranquila, pero sin duda es movilizador. Se me pone la piel de gallina”, confesó.
Un día clave para el mundo católico
La cronista destacó el clima cambiante de los días previos al funeral: “Al principio había un tono más crítico, pero hoy es distinto. Se abrió la iglesia al público general para que los fieles puedan despedirse y eso cambió todo. La gente va y viene como una marea. Es impresionante”. Según Henrich, la jornada marcó un antes y un después en la despedida del pontífice. “Es triste, pero también es un honor estar acá”, agregó.
Seguridad y organización impecables
“Las filas son impactantes, pero la organización es impecable. Hay varios ingresos habilitados, todo fluye con orden y seguridad”, contó Henrich. También resaltó el operativo especial de seguridad que rodea al Vaticano y el respeto del público presente.
El legado de Francisco: inclusión, mujeres y nuevas geografías
Consultada sobre el legado del Papa, Henrich remarcó: “El rol de la mujer en altos cargos, el abordaje de temas tabú como la diversidad sexual, el acercamiento a jóvenes y el nombramiento de obispos en regiones menos representadas como Asia o África fueron claves en su papado”.
También subrayó la apertura ecuménica del pontífice: “Su visita al Muro de los Lamentos junto a otras religiones y su impulso hacia una Iglesia más inclusiva dejan huella. Supo transmitir que, más allá de las diferencias, compartimos una fe”.
Francisco, el Papa humano y sencillo
“Era un Papa sencillo, hasta en su despedida. Dentro de las exigencias del Estado Vaticano, intentó ser lo más simple posible”, explicó Henrich. Y agregó: “Su espontaneidad, su cercanía, ese ‘cosito argentino’ de simpatía y calidez, lo hacían único. Nunca dejó de ser humano”.
La gran ausencia
Uno de los temas más sensibles abordados fue la ausencia del Papa en su país natal. Henrich reflexionó: “Visitó 46 países, estuvo cerca, pero no vino. Es difícil ser profeta en su propia tierra. Tal vez no sintió las condiciones dadas, o quiso dar un mensaje con su ausencia”.
También mencionó que, a pesar de su profunda identidad argentina, Francisco trascendió esa nacionalidad: “Pasó de ser un argentino a ser del mundo. Por eso será sepultado en Roma, en la iglesia de Santa María Mayor, con la Virgen a la que tanto veneraba”.
Un mensaje para el mundo
Henrich cerró su participación en San Nicolás Debate con una mirada introspectiva: “El Papa dejó muchos mensajes. Nos queda el desafío de entenderlos y aplicarlos. Hoy acá se siente algo distinto. Hay un cambio en el espíritu de la gente”.
