En el segundo programa de San Nicolás Debate – temporada 30-, el periodista, escritor y diputado Carlos Del Frade profundizó sobre la compleja situación de Rosario en cuanto al narcotráfico y la violencia que aquejan a la ciudad.
Del Frade comenzó destacando tres elementos históricos que marcan la situación de Rosario. En primer lugar, remontándose a 1976, mencionó el acuerdo entre las dictaduras de Videla en Argentina y Banzer en Bolivia, que inauguró lo que él denomina «la hidrovía de la cocaína». Desde entonces, Rosario se ha convertido en un punto crucial en la ruta del narcotráfico, con bandas narco-policiales que disputan el territorio.
Una segunda particularidad histórica, según Del Frade, fue la privatización del puerto de Rosario y del Banco Provincial de Santa Fe en 1998, ambas terminando en manos de los hermanos ROM, vinculados al lavado de dinero del narcotráfico. Estos eventos proporcionaron logística y financiamiento a las bandas de narcotráfico de la región.
En cuanto a la transformación en la vida cotidiana de los rosarinos, Del Frade señaló un aumento significativo de homicidios en años anteriores, aunque en los primeros meses del año actual se ha observado una reducción del 60%. Sin embargo, destacó que la violencia ha afectado a trabajadores y ciudadanos comunes, generando miedo y terror en la población.
Sobre las acciones políticas y policiales, Del Frade expresó escepticismo hacia los planes del gobierno nacional, señalando que la intervención de las Fuerzas Armadas podría empeorar la situación, como se ha visto en otros países latinoamericanos. También criticó la retórica del gobierno sobre el «narcoterrorismo», señalando que las bandas son más bien narco-policiales y que la solución pasa por abordar la corrupción policial y fortalecer políticas sociales.
En cuanto al rol de la justicia, Del Frade destacó que las acciones judiciales han sido efectivas a nivel provincial, pero cuestionó la falta de intervención de la justicia federal en casos de narcotráfico.
En un rápido ping pong, Del Frade comentó sobre la política de seguridad del presidente Milei, calificándola como una sumisión a los intereses de Estados Unidos, y sobre figuras políticas locales como Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario, quien sorprendentemente ha adoptado posturas conservadoras.
La entrevista arrojó luz sobre la complejidad de la situación en Rosario, destacando la necesidad de abordar las raíces históricas, la corrupción policial y fortalecer políticas sociales para abordar efectivamente el problema del narcotráfico y la violencia en la ciudad.
