Guillermo Rufanacht proporcionó una visión profunda sobre las habilidades necesarias para los líderes de hoy y del futuro. Las habilidades blandas, la inteligencia emocional y la adaptabilidad son cruciales para navegar los desafíos del entorno laboral actual y construir un futuro prometedor.
En el reciente episodio de San Nicolás Debate, Guillermo Rufanacht, coach ejecutivo, compartió sus conocimientos sobre las habilidades blandas y las claves de los nuevos líderes. Rufanacht, con amplia experiencia en el desarrollo de habilidades y la formación de líderes, explicó la importancia de estas competencias en el contexto laboral actual.
El programa comenzó con una explicación clara sobre el rol del coach ejecutivo. Rufanacht subrayó que aunque el término puede parecer intimidante, se refiere a un conjunto de habilidades y responsabilidades comunes en muchas posiciones de liderazgo.
“Un coach ejecutivo trabaja con emprendedores, profesionales, políticos, entre otros, enfocándose en el rol ejecutivo. Se trata de un conjunto de habilidades y funciones que comprenden la función ejecutiva. Aunque el nombre pueda sonar extraordinario, en realidad, cualquier persona que tenga personas a su cargo, que tome decisiones o que lidere proyectos realiza funciones ejecutivas”, explicó Rufanacht.
Uno de los temas más destacados de la entrevista fue la importancia de las habilidades blandas. Rufanacht señaló que estas habilidades, que incluyen desde la comunicación efectiva hasta la negociación y el pensamiento crítico, son esenciales no solo para el éxito profesional, sino también para la vida personal.
“Las habilidades blandas son esenciales hoy en día y están muy de moda. Aunque siempre han existido, antes pasaban inadvertidas. Quiero diferenciarlas de las habilidades técnicas o duras, que son las que se estudian en la universidad o se aprenden en el ámbito laboral, como la contabilidad o la economía. Estudios de la Universidad de Stanford han mostrado que solo un 15% del éxito profesional se debe a habilidades técnicas, mientras que el 85% restante está relacionado con habilidades de comunicación, trabajo en equipo, negociación, etc.”, destacó Rufanacht.
Para trabajar estas habilidades, Guillermo Rufanacht y su equipo utilizan disciplinas como el Coaching Ontológico, la Programación Neurolingüística, el lenguaje corporal y la oratoria, entre otras. Las sesiones de coaching y las capacitaciones son las metodologías principales para entrenar estas competencias. Rufanacht mencionó la importancia de “desaprender para volver a aprender”, lo que significa desprogramar lo que venía condicionado por nuestras creencias pasadas y aprender lo que necesitamos para lograr nuestros objetivos.
En cuanto a la implementación de estas habilidades en el trabajo, el Coaching ejecutivo subrayó la relevancia de la inteligencia emocional para gestionar el capital humano. “La inteligencia emocional, por ejemplo, es crucial para gestionar el capital humano. Como ejemplo, un cliente me contó sobre un colaborador que no asistía al trabajo durante varios días. La inteligencia emocional nos ayuda a no solo gestionar nuestras emociones, sino también a entender y resolver estas situaciones de manera efectiva”, explicó.
La sucesión en las empresas familiares también fue un tema abordado durante la entrevista. Rufanacht destacó la importancia de la adaptabilidad y la capacidad de los nuevos líderes para ajustarse a los cambios del entorno. “Las sucesiones en las empresas, especialmente las familiares, pueden ser complicadas. Es crucial que las nuevas generaciones se adapten al contexto actual. Las recetas que funcionaron en el pasado no necesariamente funcionan hoy. La clave es la adaptabilidad y la programación del nuevo líder”, afirmó.
En cuanto a las necesidades más comunes entre los empresarios y ejecutivos que recurren a sus servicios, mencionó la inteligencia emocional y la capacidad de manejar la incertidumbre como las principales. “La necesidad de inteligencia emocional es común en todas las generaciones con las que trabajo. Los líderes enfrentan desafíos como la rotación de personal, la gestión de equipos que no llegan a fin de mes y la incertidumbre económica. Adecuarse a estos tiempos y manejar las emociones adecuadamente es fundamental”, señaló.
Guillermo Rufanacht también observó que las generaciones más jóvenes tienden a estar más abiertas al coaching y al desarrollo personal, mientras que las generaciones mayores pueden ser más reacias debido al orgullo o la falta de familiaridad con estas metodologías. “Es menos común en las generaciones más jóvenes y más común en las generaciones mayores. Las nuevas generaciones están más abiertas a capacitarse y a adaptarse a los cambios. Sin embargo, existen excepciones en todas las edades”, dijo.
En cuanto a la retención de empleados jóvenes, destacó la importancia de la selección adecuada y de ofrecer desafíos y oportunidades de crecimiento dentro de la empresa. “Es un fenómeno común entre las nuevas generaciones. Sin embargo, hay jóvenes muy comprometidos que buscan desafíos y responsabilidades. La clave está en la selección adecuada y en ofrecer desafíos dentro de la organización”, explicó.
Finalmente, se mostró optimista sobre el futuro, subrayando que las oportunidades están ahí para quienes se preparan y creen en ellas. “Soy optimista. Creo que somos protagonistas de nuestro futuro. En tiempos de crisis, algunos lloran y otros venden pañuelos. Creo que lo que se viene es mucho mejor. La inteligencia artificial, el trabajo virtual y las nuevas tecnologías ofrecen grandes oportunidades para quienes se preparan y creen en ello”, concluyó.